Juan Carlos Mendizábal es un paciente formador
del Programa Paciente Activo-Paziente Bizia. de Osakidetza y nos
escribe sobre su participación como paciente en la Jornada de evaluación de la formación que celebramos en Granada. Éstas son las ideas que plasmó en el debate.
La vida da
oportunidades, y a mí, además de las normales, me da dos veces al año,
cuando participo como monitor a los cursos del programa paciente activo, unas
cuantas oportunidades más:
Dos
veces al año durante
seis semanas tengo la oportunidad de encontrarme con personas que
desconocía, y que posiblemente no hubiese conocido, con las que comparto un
factor (la diabetes) que ponemos en común para mejorar la calidad de nuestra
vida cotidiana. Ser formador me regala el conocer a todas esas personas que me
ayudan a crecer.
Dos
veces al año durante
seis semanas tengo la posibilidad de recordar y compartir con otros qué es
lo importante de verdad en mi vida, y qué puedo hacer para que la diabetes no
me impida ni me limite para desarrollar lo más plenamente posible las cosas y
actividades que dan sentido a mi vida.
Dos
veces al año durante
seis semanas puedo valorar con otros dónde estoy, dónde quiero estar, qué
puedo hacer para llegar allí y qué tengo que poner en juego para que mi
diabetes no se convierta en un obstáculo insalvable.
Dos
veces al año durante
seis semanas puedo aprender junto con otros nuevas cosas, recursos,
herramientas y habilidades para convivir con mi diabetes sin que sea ella quien
tome el control de mi vida.
Dos
veces al año durante seis semanas aprendo a alcanzar y a hacer realidad lo que
me propongo para vivir mi vida como quiero y con buena calidad de vida contando
para ello con la ayuda de otros que
también lo hacen.
Dos
veces al año durante
seis semanas recuerdo que cuando los hábitos que he ido desarrollando para
el buen control de mi salud y mi vida flojean o se han quedado olvidados en
medio del día a día, puedo retomarlos y volver a ellos porque si ya fui capaz de
hacerlo antes también puedo recuperarlo ahora.
Dos
veces al año durante seis semanas puedo hablar de mi diabetes y compartirla
con otros sin que ella sea la protagonista absoluta de mi vida, que sigue
estando en mis manos.
Dos veces al año durante seis semanas
comparto la vida con otros diabéticos sin que aquello sea una reunión de
enfermos que sólo se cuentan desgracias. Durante esas seis semanas, dos
veces al año, somos, para intentar seguir siéndolo siempre, personas que queremos
vivir nuestras vidas plenamente y sabiendo que nuestra limitación, por muy
crónica que sea, no es el centro de
nuestra vida.
muy interesante amigo .. esperoy te des una vuelta por mi blog diabetes un estilo de vida entra a mividadiabetes.blogspot.mx
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