Niños y niñas con diabetes durante un taller de 'Cocinar rico y sano' |
Cuando empecé en esto
del “negocio” del azúcar, hace ahora 18 años, yo tenía 13 años. Ahora tengo 31,
así que me han sucedido muchas cosas en mi vida desde entonces y he pasado por
muchas etapas. En lo relativo a la diabetes, he pasado desde la ocultación a
los demás, negación a mí misma, rechazo, rabia, tristeza, miedo, hasta ir poco
a poco, llegando a la aceptación y a la integración de esta condición de vida
en mis rutinas diarias.
Primero las “integré” en mis rutinas
colegiales, pues, el “debut” - como le llaman los médicos al inicio de la
diabetes en tu vida- fue en edad escolar. Luego, las “integré” en mi etapa del
instituto, para pasar a la universidad y llegar finalmente al mundo laboral
precario que ahora tenemos. A ese mundo de adultos en el que te das cuenta que
la vida no es un juego, aunque en el caso de los niños diabéticos, esto lo
aprenden o aprendemos, mejor dicho, mucho antes.
Es precisamente a esos
niños diabéticos a los que les quiero dedicar este post, ya que como grupo
vulnerable, “tocan” especialmente mi corazón. Pero no quiero hablar de ellos
como he oído tantas veces y como piensa un gran grupo de gente, en el sentido,
de “hay que penita, eres diabético, no puedes comer dulces, te tienes que
pinchar; y eso es para toda la vida”. Pues sí, te tienes que pinchar y, de
momento, es para toda la vida, vamos casi como las hipotecas esas que concedían
los bancos antes de la crisis o los matrimonio de corte tradicional, para toda
la vida”.
Lo cierto y verdad es
que esos niños son dignos de admirar y todo un ejemplo de superación, porque
sí, está claro que en el caso de un adulto no es fácil llevar una diabetes,
porque no lo es, en el caso de los niños es mucho más complicado. Pero como suele
ocurrir, los niños a veces nos sorprenden y nos dan auténticas lecciones de
vida.
También sabemos, que en
el caso de los niños diabéticos, cuando se trata de edades muy tempranas el
peso la llevan sus padres. Tanto es así, que se habla de una nueva modalidad de
diabéticos, los tipo 3. Así que desde aquí, mi reconocimiento hacia ello y mis
enérgicas felicitaciones. Por tanto, este post va por esos padres y esos niños
que están en la lucha de la diabetes día a día y con una sonrisa en la boca.
¡Va por ustedes, maestro, como dirían los toreros!
Rosario Marín
@ChariMD
http://optimismoydiabetes.blogspot.com.es/